Durante la primera semana de junio se realizó un ejercicio que involucró a 9 edificios del condominio y que denominamos “Inspección Cruzada”. La actividad consistió en que durante toda una mañana, cada mayordomo trabajó en un edificio distinto al suyo (y que no fuera su vecino). De esta manera podríamos lograr un análisis imparcial del desempeño de nuestros colaboradores.
La dinámica fue sumamente provechosa, las observaciones fueron entregadas con respeto y altura de miras. Los mayordomos, como examinadores fueron más exigentes de lo que todos esperaban y entendieron que cada cierto tiempo es imprescindible tener una visión externa (de los propietarios y los mismos pares) de su gestión.
Estamos muy contentos del aprendizaje y la recepción de esta actividad, no dudamos que prontamente los resultados serán percibidos por toda la comunidad.